Si eres amante del café, esta tarta se convertirá en tu postre favorito. La combinación de un bizcocho esponjoso con un delicado sabor a café y una suave crema de mascarpone con toques de café hace que cada bocado sea una experiencia inolvidable. Ideal para acompañar con un espresso o un capuchino, esta tarta es perfecta para ocasiones especiales o simplemente para darte un capricho dulce. Su textura ligera y su equilibrio de dulzura hacen que sea una opción irresistible para cualquier amante de la repostería.
Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde redondo de aproximadamente 20-22 cm de diámetro.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y haya duplicado su volumen. Este paso es clave para conseguir un bizcocho esponjoso. Añade la leche, el aceite, la esencia de vainilla y el café disuelto. Mezcla bien hasta integrar todos los ingredientes.
Tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Agrégala poco a poco a la mezcla líquida, removiendo con movimientos envolventes para evitar que la masa pierda aire.
Vierte la masa en el molde engrasado y hornea durante 25-30 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, salga limpio. Una vez listo, deja enfriar completamente antes de desmoldar y cortar en capas.
Para preparar la crema, coloca la nata en un bol frío y bátela hasta que esté semi montada. Añade el queso mascarpone y el azúcar glas, batiendo hasta obtener una crema firme y suave. Incorpora el café disuelto y mezcla con movimientos suaves para mantener la textura aireada.
Corta el bizcocho en tres capas iguales. Unta una generosa cantidad de crema de café sobre la primera capa de bizcocho y repite el proceso con las demás capas. Cubre toda la tarta con la crema restante y alisa con una espátula para un acabado uniforme.
Para la decoración, espolvorea cacao en polvo o chocolate rallado sobre la superficie. Si deseas un toque más elegante, puedes añadir unos granos de café enteros o virutas de chocolate.
Para un sabor más intenso, puedes añadir unas gotas de licor de café o espresso a la crema.
Si quieres un bizcocho más esponjoso, tamiza la harina dos veces antes de incorporarla a la mezcla.
Usa ingredientes fríos para la crema, así montará más rápido y quedará más firme.
Deja reposar la tarta en la nevera al menos 2 horas antes de servirla para que los sabores se intensifiquen y la textura sea más firme.
Esta Tarta de Bizcocho y Crema de Café es la opción perfecta para los amantes del café y la repostería. Su equilibrio entre la suavidad del bizcocho y la cremosidad de la cobertura la convierte en un postre sofisticado y delicioso. Sirve con una taza de café caliente o un licor de café para potenciar su sabor.
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